VI Reunión Grandes Viajeros "VUELTA AL MUNDO"

Así vio SunShine la edición del año pasado de la reunión Grandes Viajeros-Vuelta al mundo.
Gracias Sun por cederme la crónica y permitirme su publicación aquí.

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Tal vez en la siguiente edición de este evento que se viene realizando anualmente haya que cambiarle el nombre y llamarlo VII GRAN REUNIÓN DE VIAJEROS, en vez de VII REUNIÓN DE GRANDES VIAJEROS, no porque los viajeros dejen de ser grandes, sino porque si esta reunión se ha convertido en «gran reunión», la próxima tiene todos los factores para que como mínimo, iguale a ésta, y es que aparte de que se celebrará en el corazón de la península y rodeada de sierra, su anfitrión no podrá ser otro más que Gustavo Cuervo. Pero para eso habrá que esperar un añito.

La VI edición de este evento se ha celebrado en el Valle de Guadalest, y su anfitrión ha sido Jaime Barrachina.

Salimos sin prisa el viernes, con destino al Castell de Guadalest, dónde teníamos reservado un pequeño apartamento. Decidimos, aunque tardemos un poco más, evitar las autovías. Total, mientras lleguemos a la cena…

Atravesar «La Mancha» ya sabemos todos como es, rectas, rectas y más rectas, así que cuando te encuentras una curva piensas que el que diseñó la carretera tenía hipo ese día.

Allá por Cuenca, en mi retrovisor aparece una moto… parece muy viajera… no es española, su piloto nos saluda, nos adelanta y le perdemos de vista. Nos imaginamos que era Ted Simon hacia el mismo destino que nosotros. Obviamente, solo era nuestra imaginación, pero como nunca se sabe…

Ya por la tarde, aproximándonos a nuestro destino, cambiamos las llanuras y las rectas, por montañas y curvas. Y un poquito más adelante, empiezas a descubrir la belleza de esta zona, poco conocida por muchos, muy conocida por pocos.

Volvimos a coincidir en la carretera con nuestro compañero viajero, que sin saber cómo, volvía a aparecer en nuestros retrovisores. Nosotros nos desviamos de la ruta, para alargar nuestro camino un poquito más, así que nos quedamos con la duda de si sería Ted Simon, de si sería un gran viajero que también asistía a este evento…

La parte más bonita del viaje la hicimos en los últimos kilómetros, cuando tomamos ese desvío. Atravesamos un puertecillo totalmente abandonado, con la carretera en ruinas y una curvas de cuidado, pero con unos paisajes impresionantes.

Al llegar al Castell de Guadalest, nos instalamos y nos preparamos para ir a cenar. Para descansar un poco de moto, nos iremos dando un paseo hasta el restaurante, que está en el pueblo de al lado, Benimantell. Bueno, cuando llegamos allí, nos dimos cuenta que estaba al lado del pueblo de al lado. Total que Carlos1697, RedSpider y yo, hicimos lo que viene siendo… ganas de cenar.

Entre las motos aparcadas en el parking del restaurante, estaba esa moto misteriosa que nos habíamos encontrado en dos ocasiones por el camino. Pues se confirma, el viajero venía al mismo sitio, pero no se ha confirmado si era Ted o no, de momento.

La cena fue bastante amena y solitaria, y es que claro, teniendo a «Solitario» en compañía, pues uno se siente.. acompañado de solitario, qué si no!! Aunque para la cena ya habián llegado bastantes asistentes, entre ellos Ted Simon, a la hora de las copas sólo quedamos por allí unos pocos… como Ramón Costa, uno de los conferenciantes invitados, el cual no paró de contarnos detalles de su viaje por el mundo, un lujazo!!, Jaimeleonú, Conchi, Carlos 1697, Alberto «Banguera» y alguno más. Es lo bueno de haber ido sin moto, te puedes quedar a las copas, lo malo, es que estamos a las afueras de Benimantell y está oscuro ahi en las afueras.

Amanece el sábado con un día que se espera caluroso. Pero mejor, el sol es energía y alegría.

Tras un relajante desayuno, nos vamos a Benimantell que es el punto de encuentro e inicio de las actividades que Jaime nos tiene preparadas para hoy.

Aunque se estaba tan bien al solecito…

La Plaza de Benimantell es muy pequeña, sobre todo cuando llegan un montón de motos queriendo aparcar. Pero todo el que iba llegando, se las iba apañando.

Entre el gentío de viajeros, abriéndose paso llegaba un Sultán sin isla. Trailman y Jesman lo hicieron también. Y después de ver fotos, videos y seguir una aventura a través de la red durante algunos meses, fue fácil reconocer a un Capitán Sparrow sin su Perla Negra, también abriéndose paso. De cientos de saludos, encuentros, presentaciones, historias, se llenó la plaza de Benimantell en la bonita mañana del sábado.

La primera parada del programa es en el Museo de Antonio Marco, en El Castell de Guadalest. Este museo recoge una obra de más de una veintena de años de trabajo. Y paciencia!! Una «gran diminuta colección» de casitas de muñecas, escenarios cotidianos, iglesias y castillos a pequeña escala, amuebladas sin faltar el más mínimo detalle, fabricadas y decoradas con materiales totalmente naturales. A este museo tambien se le conoce como Museo del Belén, y es la planta superior está toda ocupada por un gran Belén ambientado a primeros de siglo. A mi me dejó con la boca abierta. Impresionada.

Como veréis, no falta ningún detalle. Los calendarios de las tías en pelotas, típicos en los talleres, son de un tamaño inferior a un sello de una peseta.

Así son las casitas…

Y esto es lo que se ve si miras por sus ventanitas…

Hay casitas por todas partes y de todo tipo…

Y más casitas…

Y otro ejemplo de lo que se ve…

Y como soy fan de Arguiñano…

Y un trocito del gran Belén…

La siguiente parada, en el mismo pueblo, es el Museo Casa Orduña.

No tengo fotos de la casa por dentro, pero si de las vistas que tuvieron sus habitantes.

Y más vistas…

Desde la planta baja se puede acceder al castillo de San José. Y eso hicimos.
Y desde el castillo…

Y visto esto, vuelta al parking de Guadalest a por la siguiente visita, el Museo de Vehículos Históricos. En este museo se encuentra toda una vida dedicada a una afición e ilusión por las máquinas, en especial las motos. Ricardo Fracés, a lo largo de su vida, fue incrementando su colección de motos hasta tener más de 100 y algún que otro coche y microcoche, todos en perfecto estado y originales.

Ted Simon, rememoró su primera vuelta al mundo con una moto igual que le tenían preparada. Se habrá quedado con las ganas de más mundo??

Con Ramón Costa y su Goldwing, con la que ha dado la vuelta al mundo. Viaje que ha recogido en su libro Barcelona-Barcelona Vuelta al Mundo en Motocicleta.

Y esta es una pequeña muestra de la colección que está en el Museo.

Y en caravana de motos, hacia el restaurante dónde disfrutaríamos de una comida amena y entretenida. En cada mesa, había varias conversaciones, pero sobre todo, relacionadas con viajes. Vamos que aquí, el que se va sin saber dónde irse de viaje, o es que ha estado callado o ha preguntado poco.

Qué interesante se pone el Sultán contando su viaje por Turquía

Después de comer y hasta la hora de las charlas, teníamos un poquito de tiempo libre que aprovechamos para tomarnos algo tranquilamente y conocer un poco más a Charly, ya que al Sultán le tenemos muy visto.

Las charlas estaban enfocadas en el tema «Vuelta al Mundo» y no podía tener unos invitados mejores que Ted Simon y Ramón Costa, como viajeros que han realizado este macroviaje. Jaime Barrachina y Eduardo, hablaron de su viaje por Sudamérica y Eduardo nos presentó un nuevo producto que se comercializará muy pronto, se trata de una bebida energética, Wild Wolf.

Las charlas estuvieron acompañadas de muchas fotos y fue un privilegio poder ver algunas de las fotos personales que Ted Simon realizó en su vuelta al mundo. Si he de poner alguna pega, diría que Ted, aunque se esfuerza mucho en hablar español, se expresaría mucho mejor si lo hiciera en inglés, y dado que tenía un intérprete a su disposición… pues su charla hubiera sido menos agotadora. Pero vamos, que entenderle… se le entiende.

Y del día de hoy poco más que contar. Las charlas se juntaron casi con la cena, así que no dio tiempo a mucho, salir del salón de actos de la Casa de la Cultura e ir al restaurante.

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El destino nos lleva a compartir mesa con el dueño de esa moto misteriosa, Miquel Silvestre. Viajero, escritor e incansable, el cual nos hizo reir y pasar un rato muy chulo contándonos mil y una anéctodas de sus viajes. Está a punto de publicar un nuevo libro, el cual creo que no hay que perderse.

Y qué rápido se pasa el tiempo, los asistentes poco a poco van abandonando el lugar para al día siguiente partir de nuevo hacia sus casas. Bueno, alguno lo hizo en ese mismo momento, pero claro, no le pilla muy mal y como lleva Wild Wolf, si le da la morriña, puede echarse un trago de este brebaje revitalizador.

A la mañana siguiente, con todo preparado, tomando café en la terracita de la casa rural, decimos adiós a los últimos que por allí aún quedábamos.

Miquel Silvestre se reunió con nosotros allí mismo y los tres hicimos el viaje de regreso a Madrid. Entre alguna que otra perdida por tierras valencianas, consultas de mapas, GPS e intuición, llegamos a Madrid con una gran sonrisa. Un placer Miquel. Espero que nos veamos pronto.

Y después de kilómetros y kilómetros nos despedimos a la entrada de Madrid, dónde ya cada uno toma un camino diferente.

Agradecimientos a Jaime Barrachina y todo su equipo, que con todos los que éramos, todo estaba muy coordinado y organizado.

Gracias a Eduardo de Wild Wolf por su regalo de bienvenida, que no solo nos dio a probar su brebaje, también nos dio una mochila muy chula y una botella de vino, que aún no he catado.

Y a todos los que he conocido y a los que he vuelto a ver… un saludo y hasta pronto!!!

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