Día 10: Tinejdad – Todhra – Dades

Día 10
Etapa: Tinejdad – Todhra – Dades
Km.: 388
Alojamiento: Acampada libre vete a saber dónde

Otro día que nos preparan creps para desayunar. Junto con el pan, son dos cosas que me están gustando mucho. Sisi, así de simple soy.

Otro día que tenemos las motos cargadas y preparadas para seguir nuestro viaje. He dicho preparadas?? una si, pero la otra, lleva unos días resistiéndosese. Cuál? cual va a ser, la mía. Y decían de las 1200gs, ja, me río yo. Si son superfiables!! Nada, que no arranca. En fin, toca empujar. Porque la que empuja soy yo ehh.

De hoy poco hay que contar. Hemos estado gran parte del día en ruta y parando lo mínimo, y las veces que parábamos, a empujar. Uff, esto huele mal. Ponemos rumbo hacia Tinerhir, para desde allí dirigirnos a las gargantas del Todhra. Hace un día buenísimo y por algunas zonas mucho calor, aunque eso no te salvará de librarte de parar a hacer una foto y estar solo. El paisaje por el que pasamos está lleno de campos de cultivo y en contraste, arena y piedra.

Llegando a Tinerhir…

Vistas de Tinerhir…

Simpáticos ellos…

En Tinerhir, las casas están construidas con la misma arena y piedra, sin contraste, hasta que comienzas a ascender por una sinuosa carretera para así dar vista a las gargantas del Todhra. Aquí nuestras propias gargantas solo pudieron articular un «oh» de asombro. Aquello sí que era contraste.

Cuando llegamos abajo del todo, pudimos comprobar que aquello era un aunténtico vergel. Extensiones de palmeras, olivos, granados, naranjos. Huertas de toda clase de verduras. El río termina entre gigantes de roca. Hacia la derecha, hay una pista por la que se puede, o eso dice el mapa, ir a las garagantas del Dadés y otros lugares del Atlas.

Con ayuda de unos muchachos ansiosos de ganarse algún Dirham, atravesamos con las motos el río para intentar encontrar esa pista y llegar las gargantas del Dadés por ahi. Por si acaso, les hemos prometido a estos muchachos darles su propina a la vuelta, si nos vuelven a ayudar.

El paisaje es espectacular.

Llegamos al pueblecito de Tamtattouchte (en adelante Tamta). De aquí teóricamente parte la pista que estamos buscando. Y aquí prácticamente la encontramos. Tras 15 minutos, tomamos la decisión de dar media vuelta. La pista está en muy mal estado por causa de las lluvias de los últimos días y si decimos que la pista estando seca está en muy mal estado, lógico que no nos la recomienden. Por una vez, todos están de acuerdo.

Fieles a ganarse su propina, allí en el río nos estaban esperando «los del río». Así que hale, a empujar. Y yo a afotar.

Tomamos de nuevo el camino a Tinerhir para coger la carretera que nos llevará a las gargantas del Dadés. Las nubes acechan y en cualquier momento nos puede pillar la tormenta que se presiente.

Las gargantas del Dadés, son unos espectaculares desfiladeros a los que se llega después de conducir unos cuantos kilómetros por una revoltosa carretera. Los últimos kilómetros son muy empinados, pero vale la pena conducir por este valle disfrutando del palmeral que lo recorre, de las bellísimas formaciones geológicas que se pueden observar desde que te adentras y de la espectacularidad de las gargantas.

Y en la cima, te encuentras vistas como éstas…

Al montarnos en las motos, la mía para variar no arranca. De nuevo a empujar, pero cada vez con más dificultad. Nos hemos estado apañando, pero cuánto podremos, mejor dicho, cuánto podrá continuar así???

Pues estas son las dos magníficas gargantas cuya principal diferencia es que las del Dadés se observan desde arriba, y las del Todhra desde abajo.

Continuamos unos kilómetros más, bajando por el otro lado, pero la tormenta que teníamos sobre nuestros cascos, nos hace darnos media vuelta. Así pues, volvemos hacia atrás, serpenteando la carreterita ahora de bajada, hacia Boumalne-du Dadés y de ahi dirección Skoura o también Ouarzazate, nuestro destino de hoy. Carretera en buen estado y con algo más de tráfico, se nota que Ouarzazate es destino de muchos turistas por tener unos de los estudios cinematográficos más importantes del mundo. Paramos a repostar en Skoura y justo ahi vemos una carreterita, que dando mucho más rodeo, nos lleva a Marrakech. Pues nada, dejaremos los estudios de cine para otra ocasión y nos desviaremos para conocer nuevos rumbos. Acierto. Desacierto. Vuelta a acertar. Y así, hasta que pasó lo que pasó.

La carretera muy buena, de tan buena, no había nadie. Un pueblecito nos encontramos a los pocos kilómetros de coger dicha carretera, empezando a anochecer. Lo único que podíamos conseguir ahi era montar la tienda en algún lugar del pueblo, así que continuamos. Nos han dicho que hay un hotel no muy lejos, como a 20 kilómetros. Ya en plena noche, tras muchos kilómetros, no se, más de 60?, ni hotel ni nada. Bueno sí, la carretera dejó de ser buena para estar totalmente destruida, hasta tal punto que había veces que no sabías por dónde seguía. Estaríamos a más de 2000 metros, claro querida, estás en pleno Átlas. Las luces de mi moto casi no lucen, ay madre! si diría que se me va a apagar así sin avisar. Ningún coche, ni de ida ni de vuelta. Solos, en mitad de la montaña y de la noche. Plan de RedSpider, acertado, buscar un sitio apropiado, dentro de las posibilidades que tenemos, montar la tienda, cenar y dormir. Hoy pasamos de la tele y el aire acondicionado.

Bueno, pues el primer sitio que vimos (por decir algo, porque todo lo que estuviera fuera del halo de luz de nuestras motos era negro negro) para montar la tienda, ahi lo hicimos. Pegaditos a la carretera, por si había que salir zumbando. No se oía ni un mochuelo, si es que los había. En estos casos las provisiones vienen de perlas y te das cuenta que no hay nada como ir un poco preparado. Como ya dije, literalmente esto hicimos, montar la tienda, cenar y dormir, bueno, a lo mejor me dejo algo.

Hasta ahora, no hemos tenido problemas, ni se han metido con nosotros para nada, ni nos han molestado los vendedores callejeros, ni nada de nada. Nos estamos paseando por todas partes notando solo algunas miradas de curiosidad cuando nos metemos por lugares o zonas donde no es normal nuestra presencia.

Dije que de hoy había poco que contar?

Buenas noches.

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