¡Galletas!

De un tiempo a esta parte, quien se haya asomado por este sitio habrá podido comprobar que aparece una ventana en la cabecera informando sobre el uso de cookies y bla, bla, bla. Lo habrá visto no sólo en este sitio, sino en otros muchos.

Triki

La cosa es que quienes manejan el cotarro han decidido que los usuarios de internet, o «internautas» como algunos les llaman, debemos ser informados del uso de esos pequeños ficheros que guardan información en nuestros dispositivos sobre como usamos y navegamos por este maremágnum que llamamos internet. Esto no es nada nuevo, siempre ha sido así. Los navegadores han utilizado este sistema para almacenar determinada información de la manera en que el «internauta» hace uso de una determinada web, entre otras cosas para mejorar y optimizar la navegación o incluso para personalizarla de alguna manera. Y siempre ha sido el propio usuario quien decidía permitir o no el uso de cookies a través de la configuración de su navegador, así como borrar las almacenadas en un momento dado. Pero es ahora, aunque la normativa data de marzo de 2012, cuando parece que es preocupante y, sobre todo, sancionable si la web en cuestión no cumple esa normativa que obliga a advertir al usuario del uso de estas “galletas». Normativa, por otra parte, bastante ambigua y confusa.

Mira que he leído sobre el tema y aún no me queda claro si, por poner un ejemplo, en mi caso particular, debo o no debo poner este aviso de “sí, quiero galletas” o “no, no me gustan las galletas”, pero sobre todo si es sancionable o no. Lo más “gracioso” del tema es que aún hoy muchas páginas de organismos oficiales no advierten del uso de cookies en sus webs. Anda que… “Manda webs”.

En cualquier caso, querido lector, seas casual o fiel seguidor de este sitio, quisiera pedirte disculpas por las molestias que pueda ocasionar dicho aviso que, como verás, aparece en forma de ventana únicamente en la cabecera, ya que hacerlo de forma que te persiga por toda la web ya me parecía excesivo.

Sé que muchos huirán de esta y otras tantas webs al leer una advertencia de este tipo ya que, y es totalmente comprensible, la mayoría no sabrá que significa ni que es eso de las cookies por mucho que uno tenga la buena voluntad de intentar explicarlo. Así que por si acaso mejor no entrar, pensarán muchos.
Espero que esos escépticos hagan como cuando uno se va realizar una prueba médica y le hacen firmar una papel donde se le hace responsable a él mismo de lo que otros puedan provocarle y firmen, en este caso den al “sí, me gustan las galletas”, sin más. Sólo de esta manera uno podrá realizarse aquella prueba o navegar tranquilamente por la web que desee sin pensar si le estarán intentando robar la identidad. Es un decir, nada más lejos de la realidad, que conste.

Es evidente el empeño que tienen en poner cada vez más trabas a compartir información, cultura y experiencias. Lógico, por otra parte, si lo que pretenden es seguir alimentando el borreguismo colectivo, la incultura y la desconfianza en los demás.

Pero vaya, todo sea por nuestra salud y por nuestra privacidad.

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